En Funeraria Vinué damos un servicio integral en el que nos encargamos desde los traslados (a todos los niveles, tanto nacionales, internacionales, locales como provinciales) de la persona fallecida hasta las incineraciones de la misma.
Contamos con unas instalaciones con unas instalaciones muy amplias, en las que tenemos unas salas tanto para velatorio como para estar con sus familiares durante esos momentos de espera y despedida. El hall tiene mucha amplitud, por lo que se puede ofrecer a los clientes la máxima comodidad.
Con todas estas instalaciones podemos ofrecerles alternativas para conseguir que el acto de despedida sea digno y se ajuste a sus necesidades. En la oficina de recepción y de contratación podrá solicitar otro tipo de servicios, como floristería, coronas y todo lo que necesite, pues estamos a su entera disposición.
El precio de realizar la incineración de una persona puede variar considerablemente entre distintas empresas funerarias. Además, diversos elementos entran en juego en la diferenciación de los procesos. Los detalles relacionados con la ceremonia de incineración, como los deseos expresados por la persona fallecida antes de su muerte, la inclusión de recordatorios, ramos de flores, servicios de cátering o música en directo, también influyen en el precio final.
La incineración de un cuerpo requiere una temperatura extremadamente elevada. Los hornos crematorios utilizados por las funerarias suelen aplicar temperaturas que rondan los 850 grados centígrados. Esta elevada temperatura es esencial para reducir a cenizas incluso los huesos y las partes más resistentes del cuerpo.
La cremación o incineración se ha convertido en uno de los métodos de despedida más comunes en los últimos años. Una pregunta frecuente entre aquellos que consideran la cremación para un ser querido es cuánto tiempo lleva incinerar a una persona. En realidad, no hay un tiempo fijo, y el volumen del difunto es un factor determinante en la duración del proceso.
En términos generales, el proceso de incineración suele durar alrededor de 3 horas. El féretro se introduce en hornos que típicamente cuentan con tres quemadores y alcanzan temperaturas de hasta 800 grados centígrados. Durante la incineración, el ataúd es lo primero en incinerarse, seguido por el cuerpo. Estos hornos están equipados con sistemas de separación para distinguir entre las cenizas del ataúd y las del cuerpo.
Después de completar la incineración, es necesario esperar a que las cenizas alcancen la temperatura ambiente antes de proceder con cualquier paso adicional.
Las cenizas entregadas a los familiares de la persona fallecida suelen tener un peso que oscila entre 2 y 3 kilos, correspondiendo a los huesos. Las otras partes del cuerpo se consumen y se transforman en vapor y humo durante el proceso de cremación.
Tras la cremación, los operarios de los servicios funerarios se encargan de triturar los restos y luego depositarlos en una bolsa negra, que se entrega a los familiares para colocar las cenizas en la urna cineraria seleccionada. Los familiares suelen llevar consigo las cenizas en una urna previamente adquirida. Si las cenizas no se colocan en el hogar de los familiares, deben depositarse en urnas diseñadas para disolverse de manera biodegradable en entornos naturales sin causar daño.
El proceso de las incineraciones puede ser elegido por la familia o por la persona ya fallecida, si así lo indica en su testamento. Nosotros contamos con los medios necesarios para llevarlo a cabo. Nuestra misión, por tanto, es prestar la mayor ayuda que nos sea posible a las familias en unos momentos de dificultad y dolor.
Contamos con urnas de todo tipo para guardar los restos de las incineraciones de sus seres queridos. De esta forma, podrá elegir la que más se ajuste a sus necesidades y a su gusto o estilo.
Ponemos a su disposición una amplia variedad de servicios porque, como funeraria, trabajamos de manera integral. Entre ellos destacamos los siguientes: